Aditivos alimentarios
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El bicarbonato de amonio es un compuesto químico versátil que encuentra aplicaciones en diversas industrias, incluida la producción de alimentos, la agricultura y la farmacéutica.
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El aspartamo es un edulcorante sintético que es una alternativa no calórica al azúcar y se usa ampliamente en alimentos y bebidas. Es 200 veces más dulce que la sacarosa, pero no aumenta los niveles de azúcar en sangre.
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El glutamato monosódico (MSG) es un polvo cristalino blanco que se deriva del aminoácido glutamato y es conocido por su capacidad para intensificar los sabores naturales de los alimentos, haciéndolos más deliciosos y satisfactorios. Es el ingrediente secreto de platos deliciosos.
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El ácido fosfórico, también conocido como ácido ortofosfórico, es un líquido incoloro e inodoro con una consistencia almibarada. Es un ingrediente clave en la producción de fertilizantes, alimentos y bebidas, productos farmacéuticos y muchas otras aplicaciones industriales que se utiliza ampliamente en diversas industrias.
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En el acelerado mundo actual, la conservación de alimentos se ha convertido en un aspecto importante de la industria alimentaria. A medida que la demanda de alimentos procesados y envasados continúa aumentando, la necesidad de conservantes eficaces nunca ha sido mayor.
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El pirofosfato de sodio es un polvo cristalino incoloro y transparente con excelente solubilidad y estabilidad. Puede utilizarse como iniciador de levadura en la producción de productos horneados como pan y pasteles.
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El benzoato de sodio es un polvo cristalino blanco que se usa ampliamente como conservante en la industria de alimentos y bebidas. También se utiliza comúnmente en productos farmacéuticos, productos de cuidado personal y diversas aplicaciones industriales.
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El bicarbonato de sodio, también conocido como bicarbonato de sodio, es un alimento básico para el hogar que ofrece una amplia gama de usos y beneficios. Desde hornear hasta limpiar, desde el cuidado personal hasta fines medicinales, el bicarbonato de sodio es imprescindible en todos los hogares.
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El metabisulfito de sodio, también conocido como pirosulfito de sodio, es un polvo blanco cristalino con un olor acre a azufre. Es un poderoso agente reductor y antioxidante, lo que lo convierte en un ingrediente indispensable en diversas industrias, como la de alimentos y bebidas, tratamiento de agua, productos farmacéuticos y más.